Sistemas de detección y alarma contra incendios

Son los que se encargan de detectar un incremento de temperatura en el ambiente, como consecuencia del calor liberado en una combustión. Utilizan uno de los métodos de detección automática más simple y antinguo.

Hay dos tipos principales:

Detectores por Temperatura fija: solo pueden llegar a una determinada temperatura.

Termovelocimétricos: empleados por captar un incremento de temperatura en el ambiente.

También existen detectores lineales de temperatura, que encuentran aplicación en túneles, galerías, cintas, etc.

Los detectores de humos son dispositivos diseñados para detectar la presencia de humo en el aire y alertar sobre un posible incendio o peligro de fuego. Son utilizados para detectar el incendio en las etapas iniciales y transmitir la señal de alarma a la central.

Hay diferentes tipos de detectores de humo, los más comunes son los siguientes:

Detectores de ionización: Utilizan una cámara de ionización para detectar partículas de humo en el aire.

Detectores ópticos: Basados en la activación de células fotoeléctricas.

Detectores de haz de luz: Utilizan un emisor y un receptor ubicados en lados opuestos de un espacio protegido. El emisor envía un haz de luz al receptor, y cuando el humo atraviesa el espacio entre ellos, bloquea parte del haz de luz, lo que activa la alarma.

Detectores de aspiración: Trabajan sobre una red de tuberías que, partiendo de la unidad de detección, se sitúan por todo el espacio a proteger. Pueden alcanzar un nivel de velocidad de detección hasta 600 veces mayor que un detector de humos estándar.

Es importante recordar que los detectores de humo deben instalarse correctamente de acuerdo con las instrucciones del fabricante y se deben realizar pruebas y mantenimiento periódicos para garantizar su funcionamiento adecuado.

Nuestras operaciones de mantenimiento serán realizadas por empresas y personal preparado y cualificado.